La verdadera forma de liberarse

La mente humana no puede tolerar preguntas muy profundas como: ¿Qué es la vida? ¿Quién lo creó? ¿Para qué lo creó? Y ¿Si la vida desaparece cómo será todo?, con preguntas como estas, el cerebro siente colapsarse o estallar, o en términos comunes sientes enloquecer. Son preguntas muy profundas si te detienes un momento a pensar profundamente en ello. Pero, es lógico pensar que preguntarse sobre estas cuestiones es algo estúpido, porque mientras nos formulamos estas cuestiones mantenemos nuestra mente ocupado y la vida corre su curso y nos perdemos de ello. Pero sin embargo, sólo estas preguntas son los que nos sacan del mundo en que consideramos que es real, porque en ese mundo en que consideramos que es real, todo está establecido: lo bueno, lo malo, lo bello, y lo feo, etc. así como todas la preocupaciones sobre nosotros mismos, se resumen en 8 cosas: alabanza y culpa, perdida y logro, placer y dolor, reputación y vergüenza, casi todo lo que te hace sentirte bien o mal, está en esa clasificación, es una de ellas, y es algo que sólo te preocupa, si actúas de una forma egocéntrica. No estás en la realidad en sí, sino, estas en un universo que gira sobre esas cosas. Y reaccionas ante todo según te afecte o no. Me ha dado placer, acaso dolor, he perdido algo, he ganado, se reduce a eso, conclusión, tu felicidad está en función a ello. Y en esa realidad que consideras que es real estas perdido, porque lo uno lleva a lo otro, y eso te hace sufrir mayormente, no tienes escapatoria. Así que la única forma de salir de ello para no volver a sufrir, es planteándote las cuestiones antes mencionadas, que te ayudan a liberarte realmente. Y no sientes nada más que tranquilidad, paz, y armonía con todo lo que te rodea, porque formas parte de todo ello y el todo forma parte de ti.