Una explicación del por qué el dinero afecta la sensibilidad del hombre

La gente piensa que estoy loco, que hablo tonterías, que estoy fuera de la órbita, porque sin dinero no se puede vivir en óptimas condiciones, no se puede llegar a ser un gran profesional, si no ganas mucho dinero no puedes ser feliz.

A decir verdad tienen toda la razón del mundo, tienen razón porque, cada temporada está sujeto a un determinado paradigma establecido, y la nuestra está regida por el dinero, es decir, todo camino debe conducirnos al dinero, en las calles, en la casa y en la escuela misma, nos hablan que el estudio es el mejor camino al dinero, por ello la gente elige carreras universitarias basado en esa idea, pero como el fin es el dinero, casi la totalidad de los estudiantes no tomamos nuestras carreras en serio, sólo buscamos terminar sin importar cómo (muchas veces suplantados, otras veces plagiando) y al final sin saber siquiera de qué se trata, o pará que se estudia tal y cual capítulo. Una vez terminado si tienes conocidos te ayudan a conseguir un puesto de trabajo, pero lo lamentable es. No contribuyes en nada en el conocimiento (sólo continuas de una manera mecánica con los modelos y teorías establecidas) ni menos en la sociedad. Porque en palabras de Enrique (un nuevo compañero de la empresa que tuvimos la oportunidad de almorzar juntos) los doctores por ejemplo (los médicos que no me dejaran mentir que se han convertido en unos simples operarios que ni siquiera saben cómo funciona, los actuales equipos médicos), si no ven dinero por medio, son capaces de dejar morir al paciente, no tienen vocación de profesión, menos de servicio decía él muy indignado, de los veterinarios mejor ni hablemos, porque ellos son unos inhumanos, que dicen amar a los animales si no tienes dinero, por más que le suplicas, te ignoran por completo. Entonces de que vocación hablamos cuando la gente ha perdido la sensibilidad.

Hablando sinceramente cuando el poder del dinero le domina al hombre, este hombre embrutece y es capaz de matar a sus semejantes por una simple moneda.

Sabemos por experiencia que el hombre, mientras más tiene más quiere, y a medida que consigue más, menos valora lo que tiene, y cuanto más tiene se ahoga con lo que tiene y vive una desesperación tal que le mantiene inquieto por el resto de su vida.

Seguramente uno de los factores que más influye es el ego, el ego nos dice; no soy suficiente todavía, necesito identificarme con más cosas materiales, que la gente vea que manejo mucho dinero, auto nuevo cada año. Algunos buscan su pareja de ese modo, cuál es lo que me completa más, entonces escoge al hombre rico, para que todos la miren con admiración.

Y ese es la incapacidad de vivir plenamente en el único sitio donde existe la vida, que es el momento presente y en armonía con la naturaleza, y todos los que estamos todavía identificados completamente con cosas materiales vivimos inconscientemente de ese modo en un estado casi permanente de insatisfacción. En la que casi siempre sentiremos que algo falta en nuestras vidas, a veces pensamos que sabemos lo que es, lo que nos falta, y en otros momentos simplemente tenemos y tendremos un oscuro sentimiento de que algo no está bien. Esto es la manara normal de vivir dentro de este paradigma establecido, siempre seremos incompletos, nuestra historia inconcluso que no ha llegado a su final feliz, una historia que no nos satisface, una historia que no nos llena. Porque en este paradigma, este yo, será un yo que nunca estará contento por mucho tiempo y estará mirando, dónde puede conseguir lo que me falta. Para ser completamente yo.

Y así continuaremos buscando la felicidad en el dinero, en el momento próximo o después de dos o tres momentos, en el futuro, con absoluta necesidad de conseguir dinero en el futuro para completarse, llenarse y es un patrón mental muy profundo, un condicionamiento muy profundo de la que es difícil de salir.

Y mientras permanezcamos en ello no vamos a encontrar lo único que tiene verdadero valor en este mundo. Y lo único que es valioso en esta vida se esconde donde el yo no buscaría. Aquí y ahora y aromonía con los demas y con la naturaleza, en este momento se está escondiendo lo más importante y la mente tal vez dice: es una estupidez pensar así.